En la tumba de uno de los antiguos . Faraones de Egipto fue hallado un puñado de
granos de trigo. Alguien tomó aquellos granos, los plantó y los regó.
Y, para general asombro, los granos tomaron vida y retoñaron al cabo de cinco mil
años.
Cuando alguien ha alcanzado la luz, sus palabras son como semillas, llenas de vida
y de energía. Y pueden conservar la forma de semillas durante siglos, hasta que son
sembradas en un corazón fértil y receptivo.
Yo solía pensar que las palabras escritas estaban muertas y secas. Ahora sé que
están llenas de energía y de vida. Era mi corazón el que estaba frío y muerto, así que
¿cómo iba a crecer nada en él?
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